Juegos tradicionales y juegos actuales
universidad Autónoma de Santo Domingo
UASD
Maestría en procesos pedagógicos y gestión de la educación infantil.
Asignatura:
El juego y el aprendizaje en la educación infantil
Facilitadora:
Evelyn Paula Bonifacio.
Trabajo colaborativo entre las Maestrantes
Elizabeth Nepomuceno
Brenda Santos
Moraima Rachel Marte
Ruth E. Alfonseca
Mildred Holguín
Eufemia Valerio
Juegos tradicionales y Juegos de hoy
Llama mucho la atención ver cómo la tecnología ha entrado en nuestras vidas y cómo tristemente está cambiando nuestras tradiciones. En este caso se presenta el tema de los juegos, sobre cómo han ido irrumpiendo incluso en la vida de los niños más pequeños. Ya no nos sorprende ver a un bebé jugando con el celular de su papá. Los niños a edades más tempranas están demandando juguetes tecnológicos; como es el caso de los videojuegos ¿Dónde quedaron los trompos, las canicas o las escondidas?
Las formas de jugar están cambiando y se está transformando la educación de los niños con la innovación de estos juguetes electrónicos.
La principal diferencia entre ambas clases de juegos es el tipo de actividad que requieren de la persona, de manera que, con cada tipo de juguete estamos estimulando y favoreciendo aprendizajes diferentes. Las consolas, videojuegos, ordenadores infantiles, televisión, etc., en sí, no hay niño que no los conozca y la mayoría los utiliza en un momento de ocio, y hasta los llegan a convertir en sus juguetes favoritos.
Los juegos populares y tradicionales se caracterizan por su valor educativo
son representativos de las formas de vida de las gentes que los practican y pueden ser específicos de un país, de una región o de un pueblo.
Los juegos tradicionales fomentan las habilidades sociales, ya que al jugar en grupo los pequeños aprenderán a respetar turnos, normas del juego, conocerán a otros amiguitos creando o fortaleciendo vínculos de amistad.
Sirven para desarrollar la imaginación, proponiendo variaciones en las normas de los juegos tradicionales, por ejemplo. Además, permiten disfrutar de diferentes entornos.
Al practicarlos se desarrollan diferentes habilidades motrices. Según el tipo de juego los niños tendrán que correr y parar en un momento determinado, moverse al ritmo de una canción, trabajando la motricidad gruesa, trabajan la motricidad fina, la imaginación, la creatividad, entre otras capacidades. Lo que pone en serio peligro a los juegos tradicionales es la falta de tiempo libre de los niños. Estos juegos suelen desarrollarse en espacios abiertos y preferiblemente en grupo.
Ventajas y beneficios de los juegos tradicionales
Permiten al niño descubrir el valor de la colaboración y estrechar lazos de amistad.
Plantean retos e impulsan al pequeño a esforzarse venciendo dificultades.
Potencian algunas habilidades y destrezas útiles en distintas áreas.
Ayudan al niño a socializar y ganar confianza.
Son ideales para conseguir que el niño disfrute pasando tiempo libre en la naturaleza.
Impulsan la visión espacial o el equilibrio y mejoran la psicomotricidad.
Transmiten valores, fortalecen la creatividad e imaginación.
Fortalecen la interacción y las relaciones sociales.
Los juegos tradicionales permiten experimentar situaciones en las que se trabaja la coordinación óculo-manual, al tener que correr por la pelota y cogerla sin que se escape, por ejemplo, bailar al ritmo de la música, la atención cuando jugamos al pañuelo, etc.
Fomentan la concentración, necesaria para actuar en el momento adecuado, y la memoria para recordar las normas del juego o las diferentes canciones. También fomentan la toma de decisiones y la capacidad de utilizar la paciencia hasta que les toque participar, además de la empatía, poniéndose en el lugar del resto de los participantes que se encuentran jugando.
Es muy importante que los padres jueguen con sus hijos y que compartan con ellos los juegos que les han legado sus padres y abuelos para que no desaparezcan.
Ejemplo de algunos juegos tradicionales
El juego del pañuelo
Dinámica: dos equipos, un pañuelo y un árbitro que da la orden de salida. Los jugadores más rápidos se llevan el pañuelo y facilitan la victoria de su equipo.
La gallinita ciega
Dinámica: un pañuelo para vendar los ojos, un buen grupo de niños. Es una versión ciega del pilla-pilla. Se puede orientar a quien paga con pistas para que detecte al resto.
El escondite
Dinámica: un niño cuenta mirando a la pared en voz alta hasta 30, el resto se esconde. El niño que paga debe encontrar a sus amigos en el mínimo tiempo posible.
Las canicas
Dinámica: canicas, estrategia y un circuito con obstáculos y pequeños hoyos en el suelo. Gana quien antes termine sin perder ninguna canica.
Placa
Dinámica: dos latas, un bate, una pelota y cuatro jugadores. Consiste en tirar la pelota y tratar de tumbar la lata, si uno de los jugadores golpea la pelota el equipo puede correr de un lado a otro y obtener puntos de dos en dos. Gana el equipo que obtenga veinte puntos primero.
Parchís
El parchís es un juego de mesa muy popular. Se desarrolla en un tablero con casillas de 4 colores: rojo, verde, amarillo y azul.
Ajedrez
El ajedrez es un juego de mesa para 2 personas. Se lleva a cabo en un tablero de 64 casillas, pintadas con los colores negro y blanco.
Tangram
El tangram es un juego de mesa de origen chino. Consta de 7 piezas: 5 triángulos, 1 cuadrado y 1 romboide.
Dominó
El dominó es un juego de mesa en el que se utilizan 28 piezas de color blanco. Éstas se encuentran divididas en 2 partes por una raya
La rayuela o trúcalo
Se dibujan 10 casillas en una superficie plana. Cada participante tendrá una piedra, que deberá de lanzar a la casilla que le corresponda. Se empieza por la primera, la del número uno
La carrera de sacos:
Es un juego grupal que se realiza en superficies sin obstáculos para cuidarse de alguna caída, consiste en tener los pies dentro de un saco y cuando se dé la orden de salida correr hasta llegar a la meta.
La carrera de huevo con cuchara:
La vitilla:
Baile del aro:
Salto de cuerda o "la Suiza":
El Yas:
El Yoyo:
El Trompo:
El Baronazo:
Juegos virtuales y su importancia en la educación de los niños
Los juegos del siglo XXI, aunque su aparición comenzó a finales del siglo pasado, es innegable que en la actualidad se encuentran más presentes que incluso los juegos tradicionales. El lado positivo es que estos desarrollan las capacidades de multifunción, amplía, la atención y la capacidad de observación.
Los videojuegos
Su primera aparición fue en forma de videojuegos o juegos de consola, donde se utilizan controles
Las posibilidades de incorporar los videojuegos como herramienta pedagógica han sido discutidas a partir de su irrupción en la vida cultural a mediados de los ochenta. Desde el mundo educativo se entendió que los videojuegos permitían vincular a las nuevas generaciones, nacidas en la era digital, con los programas pedagógicos clásicos.
Además, se interpretó que esa operación no generaría excesivos problemas, ya que la utilización de juegos es una herramienta ampliamente explorada en el ámbito educativo. Sin embargo, cuando se analizan las experiencias educativas con videojuegos aparecen más sombras que luces.
Muchas de estas sombras se han generado por la falta de reflexión acerca del medio y su potencial real. El videojuego es un juego, pero incorpora una serie de mecanismos que lo diferencian de otros y lo hacen más complejo (Álvarez, 2013). Esta falta de reflexión y entendimiento del medio ha provocado que las esperanzas sobre las posibilidades pedagógicas de los videojuegos se hayan enfriado.
Uno de los problemas más importantes a la hora de introducir videojuegos en los procesos de aprendizaje ha sido conservar el elemento lúdico, su diversión. Se ha potenciado su misión transmisora de cierto conocimiento en detrimento de lo lúdico; es decir, en el contexto educativo se ha antepuesto la transmisión de cierto contenido curricular a través de los contenidos más que en el aprendizaje producido por la experiencia de juego (García, Cortés y Martínez, 2011). En el primer caso, la transmisión de contenidos, los videojuegos son una buena herramienta, pero pierden parte de su capacidad de divertir si sólo se convierten en meras historias narradas. En cambio, si en lo que se centra la transmisión de conocimiento no es en algo explícito, como ciertas fechas o personajes históricos, sino en decisiones sobre reglas implícitas que hay que tomar para poder avanzar en el videojuego, se producen aprendizajes mucho más profundos sin perder la parte lúdica.
El videojuego como herramienta pedagógica debe ser abordado a partir del objetivo para el cual quiere ser utilizado. Si lo que se desea es crear ese trabajo en equipo, capacidad de resolución de problemas y generar diferentes perspectivas sobre un problema concreto, el videojuego puede ser una buena herramienta (Del Moral, Guzmán y Fernández, 2014). También puede ser una buena opción si lo que interesa es transmitir ciertos conocimientos con base en la simulación como ocurre con videojuegos para la salud.
Las variedades de videojuegos y usos para la formación son muy complejos; hay que pensar a dónde se quiere llegar y de qué manera para poder utilizarlos como herramienta educativa. Estos intentos de introducción del videojuego en el marco educativo muestran que su potencia para transmitir conocimientos es más sutil que en otros medios. La capacidad de incitar el proceso enseñanza-aprendizaje va a estar más allá de la narración de una historia o ciertos conceptos (Imaz, 2011). El videojuego se convertirá en un texto (cibertexto) en el cual se pondrán en juego más discursos de los que aparentemente se declaran. Las mecánicas de juego y la experiencia que provocan en el jugador serán las verdaderas formas de educar que los videojuegos proponen.
Lo más importante dentro de la gamificación con el uso de videojuegos educativos es que el alumno aprenda, para ello el docente debe plantearse, como primer paso, qué es lo que quiere enseñar y, de acuerdo a esto, se busca un videojuego que sirva de instrumento para motivar el aprendizaje. El videojuego aumenta la motivación en el aprendizaje, ayuda al alumno a adquirir conocimientos de una manera atractiva y contribuye al desarrollo de competencias.
Los beneficios de los juegos tecnológicos:
Algunos estudios han demostrado que, por ejemplo, los videojuegos estimulan la coordinación psicomotora del niño, sus estrategias para la resolución de problemas bajo determinadas condiciones, la capacidad para perseverar en una tarea.
Además, le aportan algunas experiencias que no pueden vivir a través de los juegos tradicionales, incluso existen juegos específicos para tratar algunas discapacidades o problemas de aprendizaje.
Diferencias entre los diferentes tipos de juegos:
En el caso de un videojuego, el niño debe escoger de entre una serie de respuestas y acciones preestablecidas, cerradas. La imaginación del niño es estimulada, sí, pero su creatividad se reduce al descubrimiento de las relaciones causales que existen entre las posibilidades que ofrece el juego.
Por el contrario, el juguete tradicional, una muñeca de peluche, una caja de plastilinas, ofrece más preguntas que respuestas. La imaginación y la creatividad del niño tienen que completar todas las soluciones que no ofrece el juguete: ¿dónde vivirá la muñeca?, ¿cómo se llamará?, ¿le gustarán los espaguetis?, ¿se llevará bien con el osito?
En conclusión, el juego es la manifestación más importante de los niños y las niñas. Es su manera natural de aprender, siendo para ellos y ellas una actividad placentera y creadora, desde los diferentes tipos de juegos. Por esta razón, la dimensión lúdica debe estar presente en todas las situaciones de aprendizaje que se organicen, de manera que posibilite en el niño y la niña el desarrollo de destrezas, habilidades, valores y actitudes, así como la expresión de sus deseos, sentimientos y fantasías que irán dando fuerza al yo, para la consolidación de la personalidad.
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